domingo, 14 de noviembre de 2010

NUBES COMPACTAS CON PROBABILIDAD DE CHUBASCOS FUERTES

Tengo muchas manías, o conductas no demasiado racionales que no puedo evitar hacer día día. Una de ellas es mirar el tiempo que hará, no sólo el día siguiente sino de toda la semana, para ir pensando y distribuyendo la ropa que me pondré los siguientes días, unos pensamientos que poco se parecen a lo que hago luego realmente, pero bueno.

No puedo evitarlo. Los domingos miro la predicción del Iphone para la semana, a diario nada más levantarme, mientras me fumo el cigarrito después de desayunar vuelvo a mirarlo para estar segura y al salir de la ducha me quedo un rato mirando por la ventana por si veo algún indicio de cambio.

En fin, una conducta obsesiva o maniática, o tonta o como se quiera calificar, pero una conducta que es mía, forma parte de mi personalidad y que no puedo evitar.
Mi chico, al principio de la relación, me llamaba en broma Montes de Oca, ahora, pasados los dos años juntos, me mira entre extrañado y divertido cuando empiezo a contarle el tiempo que va a hacer en Vitoria o Madrid.

Bueno, el caso es que se me cae el alma a los pies cuando las predicciones son de lluvia para toda la semana, me parce de muy mal gusto no tener ni un día soleado pero es lo que tiene vivir en Mordor. Cuando veo lluvia automáticamente pienso en Katiuskas o zapato impermeable lo cual permite unos outfit eminentemente deportivos. Que no pasa nada, que más cómodo para ir a trabajar pero de verdad, desde que llegué aquí en verano tengo mis zapatos de tacón relegados al más absoluto de los ostracismos y eso me rompe el corazón.

En fin, que mucho vaquero y shorts con leotardos, botas de agua o similar y nada de taconcito ni Uggs, lo de siempre por estas tierras.

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