martes, 29 de septiembre de 2009

Todos estamos más o menos hartos de escuchar que cada minuto de vida es un regalo. Es cierto, pero lo que olvidan añadir es que además de un regalo es un cambio. Cada movimiento, cada paso que damos a lo largo del día va dejando huella en nuestra memoria, unas veces la huella es ligera y poco importante, pisadas leves que apenas marcan el camino, pero en ocasiones los pasos los damos con importantes y pesados fardos que imprimen a nuestra huella una profundidad desmedida, inicio o final de un cambio que permanecerá con nosotros hasta el final.
Cambia la moda, las personas, las fronteras, los trabajos, la técnica. Todo es cambio y en ese "todo" vamos incluídos nosotros.
Cambiar, crecer, aprender, todo va relacionado con la existencia del propio ser excepto cuando ya se dice aquello de "soy demasiado mayor para cambiar".
¿Significa esto que eres demasiado mayor para existir?
Quiero pensar que mientras queden libros, amor, moda, arte, hojas que se caen, cielos azules y terrazas de tapeo me quedará esperanza para seguir cambiando y existir.

2 comentarios:

Carlos Valentino dijo...

leerte es una esperanza tambien

Anónimo dijo...

Vaya!

Gracias Daniel.